martes, 10 de febrero de 2009
La Carreta...
Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:
- ¿Además del cantar de los pájaros, escuchas alguna cosa más?
Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: Estoy escuchando el ruido de una carreta.
- Eso es - dijo mi padre- Es una carreta vacía.
Pregunté a mi padre.: - ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, sí aún no la vemos?
Entonces mi padre respondió: - Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.
Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: - Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.
La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas.
Envejecer es obligatorio, madurar es opcional.
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