viernes, 29 de marzo de 2013

TU TRIUNFO






El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error.


 Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte.
Enfrentala con valor y acéptala.
De una manera u otra son el resultado de tus actos y prueba de que tú siempre has de ganar.
No culpes a nadie, nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente has hecho lo que querias con tu vida.
No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro. Aceptate ahora o seguiras justificandote toda la vida.
Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que no es tan terrible para claudicar.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado. Asi como la causa de tu futuro sera tu presente.
Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones, de quien vivira a pesar de todo. 











Aprende a nacer desde el dolor y a ser mas grande que el mas grande de los obstaculos. Mirate en el espejo de ti mismo y seras libre y fuerte y dejaras de ser un titere de las circunstancias.
Porque tú mismo eres tu destino.
Levantate y mira al sol por las mañanas y respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de tu vida ahora, despiertate, lucha, camina, decidete y triunfaras en la vida.
Nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados."





No Juzgar, sin antes conocer.

 








                                                          CUATRO ESTACIONES
Había un hombre que tenía cuatro hijos. Él buscaba que ellos aprendieran a no juzgar las cosas tan rápidamente; entonces los envió a cada uno por turnos a ver un árbol de peras que estaba a una gran distancia.
El primer hijo fue en el Invierno, el segundo en Primavera, el tercero en Verano y el hijo más joven en el Otoño.
Cuando todos ellos habían ido y regresado; él los llamó y juntos les pidió que describieran lo que habían visto.
 

El primer hijo mencionó que el árbol era horrible, doblado y retorcido.
El segundo dijo que no, que estaba cubierto con brotes verdes y lleno de promesas.
El tercer hijo no estuvo de acuerdo, él dijo que estaba cargado de flores, que tenía aroma muy dulce y se veía muy hermoso, era la cosa más llena de gracia que jamás había visto.
El último de los hijos no estuvo de acuerdo con ninguno de ellos, él dijo que estaba maduro y marchitándose de tanto fruto, lleno de vida y satisfacción.
 

  
 
Entonces el hombre les explicó a sus hijos que todos tenían la razón, porque ellos sólo habían visto una de las estaciones de la vida del árbol. El les dijo a todos que no deben de juzgar a un árbol, o a una persona, por sólo ver una de sus temporadas, y que la esencia de lo que son, el placer, regocijo y amor que viene con la vida puede ser sólo medida al final, cuando todas las estaciones han pasado.
Si tú te das por vencido en el invierno, habrás perdido la promesa de la primavera, la belleza del verano y la satisfacción del otoño.
Moraleja:
No dejes que el dolor de alguna estación destruya la dicha del resto.
Persevera a través de las dificultades y malas rachas. Mejores tiempos seguramente vienen por delante.